El minúsculo jardín del Museo Nacional es una isla verde de tranquilidad en Budapest. (De momento, pero cuando empiezen las reformas prometidas hace décadas, sería otro parque chick, cosmopolita con bares y precios altos.) Hoy en día el jardín del museo es frecuentado por filólogos y parejas jovenes de enamorados.
El jardín está algo abandonado, pocas veces aparece aquí algún turista perdido o un húngaro buscando la gloria del pasado o en busca de alguna escena de una novela histórica.
Hay algunas columnas romanas en el jardín. Hungría en parte era parte del imperio romano que dejaba miles de columnas rotas y enteras por Europa.
Una de estas columnas no tiene el origen en la antigua provincia Pannonia.
La columna ha sido el regalo del Duce al pueblo húngaro. La inscripción original menciona el regalo generoso de Mussolini y el pueblo húngaro. Mussolini regalaba de todo, columnas romanas (una de sus columnas esta en Chicago), estatuas de Romulo y Remo y estatuas de Luperca, etc. Las tenía de sobra en el Foro Romano.
La inscripción de Mussolini sobrevivía el comunismo y decoraba la columna hasta la primera década del nuevo milenio. Entonces la cambiaban a una políticamente más correcta: Esta columna ha llegado a Hungría como el regalo del "pueblo italiano" a los húngaros y la colunna sigue, abandonada y sólo frecuentada por perros ansiosos.
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