lunes, 19 de noviembre de 2012

Zoo Humano en Budapest

Vajdahunyad

250 africanos llegaron a Budapest para "celebrar" el Milenio de Hungría en 1896 en la Exposición Universal organizada en el Parque Municipal, al lado de la Plaza de los Héroes.

Parques zoológicos humanos estaban de moda en el mundo desarrollado. Cada exposición universal tenía su propio zoo formado por africanos.


Los belgas tenían un zoo humano permanente en Tervuren, en las afueras de Bruselas. Los pigmeos tenían que vivir su vida tradicional en los lagos y canales del palacio real. Como los prohibían poner ropa moderna y el clima de Bélgica era distinto que el del ecuador, después de cada invierno era necesario importar más habitantes "voluntarios" al pueblo.


En Paris el zoo humano tenía más de un millón de visitantes al año. Allí los africanos llevaban hojas de higuera estratégicamente puestas. En Paris no solamente exhibian africanos sino también gente de la Tierra de Fuego. Chicago y Madrid también tenía su zoo humano. El de Madrid lo organizaban en el Retiro y exponían aborígenes de las Filipinas de la isla de Luzón.

En algunos de estos zoo-s humanos los africanos vivían en el mismo parque zoológico y a veces junto con los de más primates.


La situación del zoo humano de Budapest era similar: los africanos pertenecían al parque zoológico de la ciudad pero no vivían dentro del zoo sino a orillas del lago, al lado del castillo de Vajdahunyad.

Human Zoo

Los africanos venían de Costa de Oro (actual Ghana). Un ex-militar francés organizó el pueblo africano. Él después de haber retirado del servicio se dedicaba a organizar exposiciones similares. Él contrató también a los africanos entre otros sitios de París y Chicago. Otras ciudades obtenían a sus africanos de Carl Hagenbeck que era un comerciante de animales alemán que incluía hasta lapones en su inventario exótico.

Los africanos construían un pueblo entero de materiales de su tierra natal. Cada uno de ellos practicaba algún oficio. Había herreros que hacían puntas de lanza, otros hacían cestas, había unos cuantos que cocinaban. Tenían un arroyo que corría por el pueblo. Los africanos se lavaban en el pueblo y andaban prácticamente desnudos. Su cuerpo negro lo admiraba la gente de Budapest que pagaban medio forinto (aproximadamente 3 Euros) de entrada para verlos.
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Human Zoo

El pueblo estaba dirigido por el jefe de la tribu. El colaboraba con un concejo de cinco miembros. Tres de los miembros los delegaba el Parque Zoológico de Budapest, otro era el jefe y el quinto era el empresario francés.

El jefe, llamado “Betcsi” era amigo y socio del frances.  Él convencía a los de más 250 africanos de venir a Hungría y él organizaba también el resto de los viajes. Cada miembro de la tribu cobraba por la aventura pero el jefe también cobraba comisión del beneficio. La idea del zoo humano hoy en día parece terrible. En aquel entonces era algo normal y los africanos de Betcsi particibaban felizmente en zoo.

Vajdahunyad

Betcsi era un hombre extraordinario. Él vivía en la Costa de Oro al lado de una fortaleza danesa abandonada. Se dedicaba al comercio y organizar el zoo humano le parecía una idea excelente.
Frente a los pigmeos que llevaban a fuerza a Bélgica, la gente de Batcsi eran voluntarios de verdad, eran gente, familias que no tenían nada de perder. El francés y Betcsi descubrían que lo blancos buscaban lo “auténtico” y “típico” y también comprendían que los blancos no querían ver la realidad sino la realidad que imaginaban ellos.

La tribu del zoo humano no era una tribu. Eran gente de muchas tribus, eran refugiados de diferentes tribus de diferentes zonas africanas que huían a la Costa de Oro y aprovechaban la posibilidad de ganar algo de dinero antes de volver a África y establecerse en otra punta del continente.

Human Zoo

Fotos: Fotos históricas: Vasárnapi újság (1896) no. 35, pp. 575-576.
Más sobre los ZOO-s Humanos: Nicolas Bancel, Pascal Blanchard y Sandrine Lemaire: Ces zoos humains de la République coloniale, Le Monde Diplomatique (2000)

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