viernes, 8 de febrero de 2013

Cholent - un plato típico judeo-húngaro

Solet (cholent)

Sábádo, sabbath significa en el sentido esctricamente religioso de la palabra olvidarse del mundo para un día. Sabbath significa dejar el mundo tecnológico. Es un día dedicado a la religión, a la familia y a la reflexión.

No hay teléfono. No hay radio. No hay televisión. No hay internet. Es posible que ni haya electricidad.

Conozco un movimiento no religioso que hace internet sabbath o internet ayuno: un día a la semana no utilizan ningún aparato conectado a la red.
También es cierto que para ello hace falta tener mucha dedicación o algún tipo de trabajo determinado. Pocos casos conozco cuando a un minero le llamaban mientras estaba en casa en su día libre que explote tres toneladas de carbón inmediatamente.

Sabbath es un día cuando hay que comer tres veces. Comida es cuando hay pan o algún equivalente del pan por ejemplo pan dulce, kalács (jalá, challah).

No es tan fácil de comer en un día cuando está prohibido cocinar. Esta condición limita la oferta gastronómica del sabbath. Tiene que ser un plato que se prepara el viernes y el sábado solamente hay que comerlo. Como no existe la posibilidad de calentar la comida el sábado, tiene que ser un plato ya caliente. La solución es escoger una comida que puede guardarse caliente durante un rato largo, desde la puesta del sol del viernes cuando empieza el sábado hasta la comida en medio día. Las comidas para el sábado generalmente son platos que necesitan estar mucho tiempo en un fuego lento. Los existen tanto entre los judíos centroeuropeos askenazí como entre los judíos sefardíes, incluso tienen versiones vegetarianas. Esto es el mismo concepto que tiene el cocido madrileño que es otro plato de orígen judío.


El cholent cumple estos criterios. Es tan típico que el poeta alemán, Heine escribió un oda al cholent. Siempre habían existido recipientes diseñados para hacer cholent. Como los hornos eléctricos y de gas de cholent son unos inventos bastante nuevos comparando con los 5773 an’os del calendario judío, hacía faltar encontrar una solución técnica.

En Centro-Europa los judíos acomodados a lo largo del siglo veinte tenían una chimenea especial diseñada para preparar el
cholent. El hierro masivo de la chimenea de cholent mantenía una
temperatura constante y así preparaba la comida. Los judíos menos acomodados solían pactar con algún panadero. Las familias judías cerraban herméticamente un recipiente que llevaban al panadero. Varias ocasiones el panadero mismo cerraba con una pasta la boca del recipiente y luego lo metía al horno que estaba enfriando. Esto
proveía un calor suficiente para el cholent. El sábado un no judío
iba a recoger la comida o enviaban a los niños más jóvenes para traer el cholent cuya olla muchas veces la envolvían en sábanas para mantener su temperatura fuera del horno. De allí viene una leyenda urbana relativa a los judíos, según cual ellos cocinaban los sábados en la cama.

El cholent no es un plato difícil de hacer y todas las familias tienen
su propia receta. Algunos opinaban cuanto más ingredientes tenía el plato, era mejor. Otros iban por lo sencillo.

Lo importante es que a pesar del tiempo largo que llevaba el plato en el horno el cholent no exige mucha preparación. Su sencillez es una garantía al exito. Y si no salía bien, siempre se podía ir a un
restaurante kosher con personal no judío.

Para hacer el cholent hace falta algúna olla grande de hierro con una tapa pesada. También sirven los römertopf, ollas de arcilla o en un caso extremo, un invento húngaro, la olla expres. Esta ultima opcion es peor para un judio gastrofilo que beber agua beber agua bendita.

Preparando el cholent hay que tener en cuenta que es un plato de familia. No se hace cholent para
dos.



Cholent
Cholent

- 2 cebollas
- sal
- paprika (vamos, es la influencia húngara, en Manhattan se ponen ketchup)
- 1 kg de frijoles de todo tipo posible: blancos, negros, rojos, pequeñas y grandes (si están secos hace falta ponerlos en agua 24 horas antes de preparar el plato)
- muslo de ganso ahumado (se puede sustituirlo con otros animales, si arriesgas que se te caiga un rayo, incluso se puede utilizar cerdo ahumado)
- manteca de ganso (puede ser de cerdo si quieres arriesgar una discusión fuerte con Moises)
- carne de guiso (300 g)
- opcionalmente se puede añadir más carne
- 1-200 g de cebada perlada
- 4 huevos

Se pone la cebolla picada sobre la grasa caliente. Se deja 4 minutos, se pone sal, paprika y se añade una capa de frijoles de un tipo. Se pone la carne ahumada, cebada, frijoles, carne, cebada, frijoles y encima los huevos. Se pone agua que cubra todo.

Se pone al horno con una temperatura de 90-95 grados alrededor de las 6 de la tarde y se deja allí hasta medianoche cuando se pone agua si hace falta. Se puede removerlo un poco agitando el recipiente. Luego se come el día siguiente, preferentemente con pan dulce.

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