martes, 11 de diciembre de 2012

Fuente de clítoris

Water fountain

A pesar de su color y temática llamativa hoy en día pocos notan la fuente extraña al lado de la entrada del banco en el Bulevar Erzsébet. La fuente es una de las pocas estatuas de clítoris. (Budapest tiene también una estatua dedicada al organo sexual femenino entero.)

Pocos reconocen qué representa la fuente que es uno de los pocos recuerdos de una época salvaje del Gran Bulevar.


Rainbow Department Store

Desde el siglo 19 el Gran Bulevar fue un vía de comercio vibrante en Budapest. Desde el Puente Margarita hasta el Puente Petőfi el Bulevar la primera planta de las casas estaba ocupada por comercios.

En la época del comunismo aquí se concentró el comercio pequeño privado. Los comercios mayores estaban ocupadas por las cadenas estatales, pero también aparecían tiendas de ropa privadas. Uno podía viajar en el tranvía 4 ó 6, andar unas cuantas paradas y hacer todas las compras necesarias.


Budapest

La caída del comunismo trajo cambios radicales a algunas partes del Gran Bulevar. El comercio se concentró en los nuevos centros comerciales y no solamente cerraban las tiendas estatales sino también las privadas. La apertura político-económica iba paralela con una revolución sexual. Después de cuarenta años de represión todo tipo de comercio relativo al sexo tenía éxito. Hubo poca regulación a principios de los 90, así sex shops y peep shows se concentraban al Gran Bulevar. La mayoría de estos negocios aparecía en la zona de la Plaza Rákóczi que hace décadas era centro de prostitución (el comunismo prohibía los materiales sexuales pero no destruía enteramente el libido de los hombres y tampoco terminó con la prostitución, simplemente negaba su existencia).

Videotecas de películas para adultos, sex shops y peep shows eran un negocio excelente.
El dueño de uno de estos negocios en cooperación con la Compañía de Agua de Budapest constría esta fuente al lado de su tienda en 1994. Era el momento cuando la ciudad empezó a cambiar los conductos de agua que habían construido en la época de Francisco José. Las tuberías antiguas aguantaban pero las reparaciones de los sesenta empezaron a reventar.

Budapest
La artista Eva Ambrus diseñó la fuente del clítoris para los clientes del peep show que salían o entraban teniendo sed.

La mayoría de las tiendas de objetos sexuales y peep shows cerraba a finales de los 90. (A lo mejor el capitalismo tenía efectos negativos al libido de los húngaros.) La fuente de clítoris quedaba y ahora decora la entrada de un banco y pasa desapercibido por la mayoría de la gente.

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